Kaboom
Renuncio al aire libre y al oxígeno,
Y me sumerjo en laberintos
fantásticos,
Donde empolvados los lomos de estos
libros apilados en recovecos misteriosos,
Me invitan.
Salta la tinta y nos cae encima
lluvia negra de historias,
Vuelan Rocinante y Pegaso por igual.
Sentada mientras escucho o divago,
Miro este firmamento de letras titilantes
con destellos de suspenso,
Hurguemos las antiguas lenguas,
Descubramos los descubrimientos,
Que nos alucine la poesía,
Y conspiremos…
Hablemos de las cuitas del alma y del
país,
Imaginemos la bondad,
Invoquemos la justicia,
Derroquemos a los tiranos,
Repartamos el oro de nuevo,
Conspiremos para acabar con el
desacato contra la naturaleza,
Y sigamos pensando en darles el
espacio a los animales y plantas,
De seres con derechos a este planeta
deshumano y desalmado,
Livianos de vino, conspiremos contra
la mojigatería y la esquizofrenia moral,
Conspiremos para frenar la frenética
carrera hacia el éxito,
Y abracemos al fracaso como el viejo
amigo que es,
De entre todos los amados difuntos
aquí presentes,
Aprovechemos el concervezatorio para
prometernos,
Unirnos en paz al otro mundo con la
cara tranquila a la muerte,
Que la vida no es antagónica de la
muerte sino una enamorada femme fatal,
Conspiremos
Entre la tempestad de los amores,
Por la tortura sádica o la feliz
ilusión
Y todo aquello que quepa en la mitad.
¡Salud!
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