El
silencio de la noche se rompe con la insistencia del sonido que he odiado por
los últimos meses, sin saber si es el rentero para reclamar sus pagos atrasados
o tan sólo es un despistado que marcó el último número equivocado. Cinco para
las doce y no deja de insistir por mas que trate de ignorarlo. Tomé la bocina
pensando como excusarme está vez.. ¿Cómo le diría al casero, que otra vez no
tenía dinero? Y sin darme un solo segundo para hablar. Nuevamente escucho esa
voz… ¡Te espero en treinta minutos en el mismo lugar! Esa voz… Esa voz ronca
madura y dominante que me hace temblar. Esa voz que lejos de darme amor sólo me
domina una noche mas. Si tan sólo pudiera romper las cadenas de tus caprichos,
de tus deseos..., de tus manos. Y sin mas ya estaba frente a tu puerta. Me
olvidé de las promesas que nunca me hiciste, de los atardeceres en la playa...
No me importaba nada, yo sólo quería sentirme amada , sentir tu aliento en mi
cuello, ver a aquel hombre que con un sonido de su voz me dominaba,
completamente perdido en los más sucios de mis deseos . Sentir que la vida me
lo ponía a mis pies para finalmente acabar con el monstruo de mis sueños. Y
así... En el más profundo de los silencios tomó sus llaves y una vez mas
escuché la frase que ya tenía olvidada... ESPERA MI LLAMADA...