domingo, 10 de marzo de 2019

Un Corrido para Amparo por Alfredo Moreno (México)




El silencio enmudece, desde el centro de la tierra, de lo más profundo, una voz, un bravo corrido resuena...una soldadera dispara pasión en notas, las balas despiertan vital aliento y de su mano se inicia el canto del pueblo, del indio, negro y mestizo; obrero y campesino.

Una maestra abre el aula, su enseñanza de la vida, por libro el himno... corrido que narra y ampara lucha en contra del hermano afrenta.

La lección se difunde por el campo y la zona fabril. Por la selva y asfalto se esparce el trino, amor cultivado para cosechar la mirada, a un verde horizonte.

Adelita, ya no sostienes al hombro canana, ni asida llevas a la mano tu 30-30...hoy en canción es la batalla, el fusil no dispara físicas balas... lanza misiles certeros en voz de mil sones...al corazón penetran...para darle el Amparo de lo justo y lo digno.

En nocturna velada, para curar heridas, las enaguas por venda en tequila mojadas, las caricias que de una guitarra emanan, una voz que narra y al alma, un mejor mañana promete.

Amparo en un corrido, con hechos cantado.
Amparo en tu mirada, que revela para denunciar.
Amparo en tus labios, de ellos el beso...tu grito en protesta.
Amparo en la estela que deja tu caminar.
Amparo, Amparo... por siempre AMPARO.

Esquinas recorridas Por Mayra Sorondo

“Por la esquina del viejo barrio lo vi pasar,
Con el tumbao’ que tienen los guapos al caminar,
Las manos siempre en los bolsillos de su gabán,
Pa que no sepan en cuál de ellas lleva el puñal”
-Pedro Navaja ~Rubén Blades

Una esquina es direccional, nos indica los cuatro puntos cardinales, nos puede llevar por cuatro caminos. Si te pierdes y le preguntas a alguien como llegar a algún lugar, podrían muy bien contestarte algo así como: allí en la esquina que tiene el palo de mangó, doble a la derecha. Las esquinas podrían marcar puntos finales, o dar pie a un puente que nos lleve al otro lado. Desde una esquina se puede divisar una loma, un llano o un risco.

En las esquinas existen letreros de señalización como: los pares, ceda el paso, semáforo, cruce de peatones, ¡cuidado cruce de ganado o del venao! En una esquina podemos encontrar un puesto de flores, de frutas, vegetales, quioscos de periódicos y revistas, al billetero que nos vende los números de la suerte.

En las esquinas se pueden comprar piraguas de frambuesa, de coco o tamarindo -que antes costaban una peseta, ahora un peso. En las esquinas, usualmente encontramos zafacones para tirar la basura. En muchas esquinas colocan los buzones a donde llegaban antes las cartas de amor escritas en puño y letra.  Hoy, nos llega solo propaganda y cuentas por cobrar.

Es raro que en una esquina no exista una parada de guagua o metro. En las esquinas nos puede recoger un taxi, un Uber, el jevo, la jeva. Las esquinas son los puestos por excelencia de las putas de la calle, más no de las “escorts”, las esquinas las prefieren los vendedores de drogas, y también los que hacen guardia para avistar a la policía gritando: ¡A jullir, que por ahí viene la jara! Las esquinas sirven para el ocio de los vagos, pero además para los jornaleros en su búsqueda del pan de cada día.

En las metrópolis como Nueva York, las calles colindan con las avenidas, en las esquinas de las avenidas se siente más el frio que en las esquinas de las calles porque llevan el frio del Rio Hudson y del Rio del Este.  En la esquina de Broadway y Canal se podían ver las Torres Gemelas para marcarnos el sur de la ciudad -antes de su derrumbe. En la esquina del Callejón en El Viejo San Juan- se juega dominó, se improvisa un bembé a fuerza de bomba y plena, y desde esa misma esquina podemos ver el mar.

Las esquinas pueden ser jactanciosas puesto que no sufren del encierro de otras calles, y como gozan de espacios más amplios, se les infla el ego y el valor de sus bienes raíces.

¡Ay! si las esquinas hablaran.

¡En fin, una esquina tiene infinitas posibilidades y múltiples usos!

¿Qué tú crees? ¿Te veo en la esquina?

¡La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay dios!