martes, 21 de noviembre de 2017

Ejercicio I - Carlos Hermilo Ortega (México)


Él siente la tierra, el aire y el cielo. Yo solo puedo ver el espacio. Él se queda quieto por mucho tiempo. A mí me gusta brincar cuando hay nubes. Para él, el tiempo es diminuto, vive en lo absoluto y aunque el mundo cambie, él se mantiene estoico. Yo soy lo más efímero de ese mundo. Él fue amigo de mi hermano, jugaron en tardes de sol, yo solo puedo jugar en la noche.

Mi hermano y él se vieron crecer, compartieron cicatrices, lloraron juntos bajo la lluvia, se asustaron de los rayos en la tormenta. Él guarda en su memoria los primeros triunfos de mi hermano: el primer brinco con los ojos cerrados, la primera maroma y el haber encontrado un amigo de verdad. Mi hermano siempre guardó sus memorias con él cómo fruto de una infancia interminable.

Yo veo las cicatrices de mi hermano en él, no alcanzo a distinguir dónde la melancolía de él comienza y la de mi hermano termina, es un manto que me cubre cuando estoy con él, un manto que flota alrededor de nosotros, ligero. Yo, al no entender la melancolía y sólo entender de las estrellas, no me importa.

Y es que el espacio me encanta, me imagino flotar en sus constelaciones, ser una chispa mas de todas las chispas que ahí habitan, luces navegantes en la corriente obscura. Vals de nebulosas a la velocidad de la luz.

A él no le gustan las galaxias, cree que todo lo que necesito saber está aquí, enfrente de mis ojos, que el universo entero puede estar dentro de una canica, y que la luz en sus mil formas y trayectorias se unen con quien las aprecia.

A mí me gusta explorar, pero soy pequeño, él es altísimo, al ponerme el casco y subirme en él me gusta ver la noche –quiero ir más allá de la luna- él no sabe de platicas, pero si sabe de acompañar, y se limita a moverse con la cadencia del aire.

Ayer corrí y brinqué buscando nubes, al no ver un hueco, caí y gotas de sangre salieron de poco a poco. Lo primero que hice fue correr con él, quería enseñarle que también puedo tener cicatrices. Él no se inmutó. Yo tengo solo unas cuantas cicatrices. Él tiene miles y una enorme. Mi madre dice que nadie puede sobrevivir a un rayo. Él sobrevivió y por eso digo que es de otro planeta. Mi hermano no sobrevivió y por eso sé que fue de este planeta. Por eso yo quiero irme al espacio.

El velorio de mi hermano fue pequeño, yo apenas me acuerdo, me dijeron que él no  podía venir, que mi madre no podía ni quería verlo, ahora entiendo porque se siente culpable de haberlo plantado atrás de la casa.

Cuando lo veo a él puedo sentir la energía que le quitó mitad de cuerpo y que se llevó a mi hermano. Veo como la corteza de su cuerpo se vuelve rojiza en donde pegó el rayo.  Mi hermano se desvaneció en sus ramas. Yo sé que ese relámpago los unió, junto corteza con piel, savia con sangre y todo fue en un pacto de electricidad y fuego.  Mi hermano se fue de este planeta. Él, fiel se mantiene tranquilo y se limita a sentir la tierra húmeda y agradecer al sol. Y yo, mis ojos se vacían cuando el cielo se llena de luces.

El primer casco que hice fue cuando mi hermano todavía estaba aquí, me ayudo a hacerlo. Yo soy un explorador astronauta. Mi hermano un experto constructor. Traté de investigar el patio trasero, pero no era lo suficientemente grande. El segundo casco tuve que hacerlo solo, tomé algunas ramas y hojas, los uní con lazo y cinta. Fue la primera vez que pude subirme en él. El tercer casco lo construí con un solo objetivo: dejar este planeta.

Después de su velorio, el otoño llegó y las ramas de él se fueron, sé que así se ponen tristes los árboles: Por las ardillas hambrientas, por los perdidos, por las aves que nos supieron volar, los desterrados, por la noche, el día, por los relámpagos, por mi hermano.
El invierno lo redujo a blanco. La nieve se extendía desde sus raíces hasta su copa, el agua se congelo dentro su corteza, su pulso bajaba como los copos de nieve bajan y rodean mi casco. Él se mantiene humilde. Yo solo puedo esperar que las lluvias regresen.

En primavera, entre a la escuela, aprendí que después de cada rayo viene un trueno, si cuentas cuantos segundos después de que el relámpago ilumina, podrás saber que tan cerca estuvo de ti. Él se llenó de verde, juega con el viento y me manda hojas para que vaya a jugar con él.

Las primeras lluvias llegaron. Él escuchó las gotas y lloraba con ellas. Yo ansioso esperé los rayos, sería el primer explorador astronauta. El cuerpo de él creció más en una mitad, la otra parte se mantuvo intacta como si no quisiera olvidar a su primer amigo, lo cual me ayudó. Me coloqué el casco, y empecé a escalar. Él anticipó la tormenta. Yo seguí escalando. Él entendía que las nubes se acumularían. Yo seguí escalando. Él sabe que mis intenciones son la de atrapar rayos. Llegué a la copa. Él extendió sus ramas al cielo. Yo miré con desafió la obscuridad que se acumulaba. Él movía sus hojas esperando protegerme -Yo empecé a gritar quiero ir más allá de la luna- Él no entiende de palabras, pero sí de emociones, comenzó a moverse con más fuerza para evitarme despegar. Yo presencié el primer rayo. Él dejó de moverse y aferró sus raíces a la tierra. Empecé a contar esperando el trueno. 1 ... 2...3 ...4. La parte donde el rayo le pegó comenzó a brillar 5 … 6.... El trueno cayó lejos. Yo sé que si un trueno se llevó a mi hermano el trueno lo regresaría. Él se dejó iluminar por otro rayo 1... 2 … 3.... 4.... No sé si la luz proviene de Él o de los rayos. Cayó trueno. Las nubes seguían acumulándose. Mis ojos se llenaron de agua. El cielo se llenó de luz. Él se mantenía como una aguja atravesando el cosmos. 1 ... 2 ... Yo veo el trueno caer, no es lo suficientemente cerca. 1 ... Trueno. Un árbol no tan lejos de nosotros se llena de fuego. Él comienza a estirar sus ramas haciendo una cápsula, los tronidos del él son tan fuertes como los rayos. Yo comienzo a ver madera y hojas alrededor mío. 1 … El rayo y trueno nos sorprende. Mi hermano no está. Yo estoy aterrado. Él se ilumina de luz eléctrica. …..

Soy una chispa más de todas las chispas que ahí habitan.... Mi hermano es destierro, trueno y espacio. Él es el espejo de la vida. Yo solo puedo contemplarlo en la luz.


Despierto en una cama de hojas con el viento tranquilo. Sus ramas, raíces y cuerpo se desvanecieron. Él no está. Mi hermano, desterrado a los truenos. Yo veo un pequeño brote que sale de la tierra.