La carta
cayó sobre la mesa, todos los jugadores se miraron a los ojos, incrédulos,
sorprendidos, temerosos, pensativos ... ¡¡¡un comodín!!! ¿quién chingaos la
había desechado? Ciertamente, era sólo una baraja más en la extensa amplitud de
los naipes ... el pequeño detalle: a la gran mayoría de los jugadores, se les
dejaba expuesto en su juego, casi todos ellos no tenían ya carta a jugar, todas
sus cartas estaban sobre el tapete, su "opción": sólo seguir el juego
de los pocos que tenían todavía cartas en la mano y que, por "extraña
coincidencia" , mostraban ases y juegos que los hacían ya, más que
probables ganadores. Para estos últimos se presentaba un problema, a la vista,
las cartas planteaban la posibilidad de un empate. Había que decidir al ganador
en algún otro juego. Entre los escasos jugadores que aún quedaban en contienda,
se inició, ¿o continuó?, un entretenido juego de ajedrez. Había una gran
cantidad de jugadores de desecho, para hacer las tareas de los peones,
sacrificables de la santa guerra del poder. ¡¡¡SSSIII sorpresa!!!, los que
habían soltado ya todas las cartas, aún podían jugar ... gracias a la
magnanimidad de los participantes, que aún buscaban el oro en la victoria,
invitaban a jugar por ley, a aquéllos que ya no tenían posibilidad de éxito, el
juego de la pirinola, ese donde casi todos ponen y sólo alguna pirinola, ese
donde casi todos ponen y sólo algunos recogen. Desde luego ... ellos
establecerían las reglas: el momento de aportar su diezmo y contribución; les
darían oportuna noticia de cuando hubiesen perdido (siempre es bueno prepararse
pa' morir)”; quien pierde y vuelve a perder; Cuando en la lotería de la vida,
las cartas están marcadas, las mejores apañadas ... si a la escalera un soldado
... pa' mi estrella el valiente. No es que sólo esté mirando ... en ocasiones
la mejor jugada es ... no jugar. Por supuesto, también se puede cambiar de
juego, a uno de esos en los que todos lanzan los dados, con casi idéntica
probabilidad de entrar o salir del pozo, o a aquél en donde se puede ahogar
tanto a la mula mayor, como a la muda y permite plantar a la que tiende
puentes, pa' que todo jugador realice su jugada. Mi preferido, aquel
comunitario, donde las aves acorralan, para ahogar al coyote en su excremento. Así si ... ¡¡¡ TODO EL MUNDO A JUGAR !!!
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