Sobre las espesas aguas del Mediterráneo,
Bajo los puñales de luz del desierto de Arizona,
Algunas almas se nos desprenden de la boca abierta en
una batalla inútil contra el agua,
Otras se disecan en el polvo bajo las amenazantes
nubes de zopilotes
Somos los migrantes Somos los migrantes Somos
los migrantes
Nacidos del mismo parto
Con el mismo pigmento de la
sangre
Bajo el mismo techo
azul del día y escarchado de la noche
Recorremos los largos
y arqueados caminos de la tierra
Como mendigos universales
Como fragmentos desprendidos
de la humanidad
Huyendo de la aciaga muerte
Y mirando su rostro
que nos persigue a las espaldas
Navegamos sin parar Huimos sin descansar Caminamos sin retorno
Una alfombra de
desprecio se nos tiende,
Una mano abierta nos
da el pan,
Otra mano cerrada nos
da el puño.
Pero nos aferramos a
la vida tercamente
Como nos aferramos a
los hijos que alimentamos de esperanza
Somos los migrantes Somos los migrantes Somos
los migrantes
Necesitamos la vida Necesitamos la vida Necesitamos la vida
Como la tierra al sol. Como la tierra al sol. Como la tierra al sol.
Somos la humanidad Somos la humanidad Somos la humanidad
Herida por la infamia Herida
por la infamia Herida
por la infamia
Somos la paz no alcanzada
El grito que no se
escucha
Y la historia inacabada.
William Guaregua
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